Las comunidades indígenas en Sonora han tenido en general una disminución de sus poblaciones hablantes en sólo diez años, como el caso de los Comcáac que de 985 personas en 2010, pasaron a sólo 723 en 2020, esto es un decrecimiento de 26.60%. La comunidad Yoeme Yaqui, que de 26, 958 en 2010 bajó a 18,239 personas hablantes en 2020, por lo que decreció en 32.34%, y la comunidad Mayo pasó de 70,824 en 2010 bajó hasta 26,588 en 2020, esto es, decreció en 62.46%, cifras alarmantes en sólo diez años, de acuerdo con estadísticas oficiales del Instituto Nacional de Población Indígena, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas y del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. E incluso la comunidad Kikapú el propio Gobierno de Sonora considera que “se encuentra en un inminente peligro de pérdida de su identidad como grupo indígena”.
 
Lo anterior lo hemos visto reflejado con la muerte de muchas personas adultas mayores de nuestras comunidades, abuelas y abuelos medicina, cantores y guardianes de las tradiciones de nuestros pueblos originarios, en especial de los Comcáac, pero también les ha pasado a las comunidades O´ob (Pima), Kikapú, Makurawe (Guarijío), Lipan Apache, Tohono O´odham (Pápago), Es-Pei (Cucapá), Yoreme Mayo y Yoeme Yaqui.
 
Es necesario trabajar en la construcción del acervo digital Raíces y Cultura del Desierto para la preservación y difusión de sus saberes y culturas, incluido aquellos materiales sonoros, fotográficos, audiovisuales y documentales en sus propios idiomas de las diferentes comunidades originarias de Sonora.
 
Es importante rescatar y preservar el trabajo que se ha venido realizando desde años o décadas atrás, y que muchas veces puede quedar en el olvido. Pero que para las nuevas generaciones es de un valor incalculable si logran descubrirlo, de ahí su importancia y preservación, pero sobre todo también su difusión. Ejemplo de lo anterior es Lutisuc Asociación Cultural I.A.P., una asociación cultural que ha trabajado por alrededor de 25 años con diversas comunidades indígenas de Sonora, la cual tiene un amplio material fotográfico y fílmico cuyo ciclo de vida está terminando, pero que decidió colaborar en la construcción de este acervo de Raíces y Cultura del Desierto.
 
Este proyecto es parte de lo que nos encomendó, desde años atrás, el abuelo Chapito Barnett, Guardián de la tradición Comcáac, y que poco a poco hemos ido construyendo con el video documental, y ahora también con la construcción de acervos:
“Para que él o ella aprendan y a su vez enseñen a otros” -Chapito Barnett.